miércoles, 8 de agosto de 2018

Conflicto

De repente, alguien, una recién llegada, ilumina tu visión sobre otra persona a la que crees conocer demasiado bien, y te hace dudar, y te hace ver a otra persona. Y te preguntas cuál de las dos personas será en realidad... Te lo preguntas porque te va la vida en ello, la tuya y la de esa persona a la que crees conocer tan bien, y a la que quieres tanto como a ti misma. Porque sólo quieres que le vaya bien. Sólo quieres que sea feliz como tú lo has sido. Pero te han hecho ver su tristeza y rezas para que sea una fase y no algo que estás provocando con tu misma ansia por hacerle feliz, proyectándole tus miedos e inseguridades sobre su futuro, inyectándole el suero del conflicto interno que desconoces porque tú tenías un buen espejo en tus padres y temes no ser un buen espejo para él.

De repente, lo oyes silbar despreocupado, y piensas que eras una tonta al temer por él. Y te dices a ti misma, que siga así, por favor, que siga así.

dibujo de Angie Valero

No hay comentarios:

Publicar un comentario