jueves, 30 de agosto de 2018

Final


Tormentas de verano. Viento del sur que acerca la húmeda costa a la sierra. Recuerdo mi infancia en el Rincón de la Victoria salpicada de raros días sin el calor del sol y con el agradable olor a tierra mojafa, que anunciaban el final del verano, la vuelta a casa de los amigos de Madrid y de Eibar, las mañanas de viaje a la capital para la compra de uniformes y material escolar. Entonces, cuando las vacaciones eran eternas, un dia como el de ayer significaba mucho más que el final del verano.  Era pasar de la libertad a los horarios, de los espacios abiertos a nuestro cuarto para tres, de hablar con todas las personas con las que nos cruzábamos, a un simple buenos dias en el ascensor y con la cabeza gacha. Por eso nos entristecían los días como el de ayer. Ahora, sólo es curioso que amanezca un día nublado en la sierra, y lo achacas al cambio climático y ya está. "¡Ah, cómo hemos cambiado!"

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